martes, 30 de junio de 2009

La vida en el servicio militar.


En ciertas épocas del año se anuncia en los medios de comunicación: “Joven venezolano, si tienes entre 18 y 30 años de edad alístate en la Fuerza Armada Nacional”.


Supuestamente se les ofrecen “beneficios” (por ejemplo servicios médicos, odontológicos, ayuda económica, apoyo para realizar estudios, etc.), para que asistan voluntariamente. De hecho, desde la aprobación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en 1999 quedó totalmente eliminada la temida “recluta”, dejando sólo como obligatoria la inscripción en el Servicio Militar Obligatorio para efectos de cursar estudios de Educación Superior.


No obstante, lo que no conocen estos incautos jóvenes que se alistan en los componentes de la Fuerza Armada (Ejército, Armada o Naval, Aviación y Guardia Nacional) es todo lo que van a pasar:


1. Todos los días (inclusive los domingos) los hacen levantarse a las 4:00 a.m. a toque de diana, teniendo sólo 2 minutos para asearse y vestirse para luego formarse en fila. El que esté mal arreglado o mal aseado ¡castigo seguro!


2. Luego de que todos estén formados en fila comienza la sesión de entrenamiento ¡durante toda la mañana hasta el mediodía y completamente en ayunas! Este entrenamiento es extenuante y agotador (lo que vulgarmente en Venezuela se conoce como “sacar la chicha”).


3. Sólo hay una hora de comida al día. Generalmente esta comida tiene mal aspecto, mal sabor y a veces hasta mal olor debido a que está descompuesta. Pero aquí no es lugar para ese tipo de objeciones. El que ponga mala cara o proteste ¡se le sirve hasta 10 veces la ración! Ejemplo: “—¿Qué le pasa soldado?—El pescado huele a amoniaco—¡Cocinero, traiga al comedor todo el pescado que el soldado quiere más!—“


4. En las tardes les toca hacer cosas incómodas y desagradables, como por ejemplo lavar los sanitarios con un cepillo de dientes.


5. En las noches duermen en literas ubicadas en galpones donde no hay ventilador, aire acondicionado ni mosquiteros, por lo que les toca dormir a merced de los insectos nocturnos picadores (chinches, zancudos, etc.) Y el sueño no es reparador, pues cada media hora son llamados “¡Atención!” y todos deben levantarse y colocarse en posición de “firmes”. El que se quede dormido ¡castigo seguro!


6. Allí los superiores dan órdenes que deben ser obedecidas sin derecho a protesta ni pataleo.


Entre las acciones susceptibles de penalización (castigo) destacan:


· Desacatar cualquier orden dada por un superior


· No saludar a un superior


· Hacer mofa de cualquier error de algún compañero o superior


· Quedarse dormido al momento del toque de diana


· Faltar el respeto a un superior


Cabe destacar que estos castigos son sumamente severos, independientemente de la gravedad de la acción cometida.